28 abril 2006

LA NOCHE DE WALPURGIS

Lo primero que me imagino, al leer el título que encabeza este texto, es a nuestro patrio hombre lobo, el inefable Paul Naschy, luciéndose en todo su hirsuto esplendor. De hecho, a las órdenes del director Leon Klimovsky, rodó en 1970 la peli con este título (en inglés “Werewolf’s shadow”, o sea “La sombra del hombre lobo”), considerada una de las mejores películas españolas del género de terror o fantaterror.
Pero no voy a hablar de cine, aunque reconozco que he pasado buenos ratos viendo pelis de Jacinto Molina, en especial recuerdo con cariño aquella de “Licántropo”. El tema que nos ocupa es la noche de Walpurgis en sí misma, como celebración.
Por casualidades de la vida, el día del libro, en un puestecillo de libros de saldo (cosa rara) me tropecé con un título curioso que me llamó la atención y que terminó en la cesta de la compra: “Rituales de las fiestas mágicas” de Manuel Seral Coca. Una de las fechas que incluye el libro es el 30 de abril, o sea el próximo domingo, que es Walpurgis.
Según se explica en el libro, Mayo, conocido como “el mes de las flores”, es el periodo del año cuando la naturaleza se muestra en su esplendor, así como el 21 de marzo marca el inicio, mayo es el auge de la primavera, su apogeo. La noche antes de que comience el mes es la noche de Walpurgis, considerada noche mágica como la de San Juan o la de Halloween. Parece ser que ya los romanos la celebraban a su manera, siendo consagrada dicha fiesta a Plutón. El tema tiene que ver con Proserpina (o Perséfore) que fue raptada por Plutón, el dios de los infiernos. La madre de la muchacha, Ceres (también conocida como Démeter) cogió tal disgusto que se puso en huelga y la naturaleza se quedó más parada que las consultas médicas. Parece que los hombres, que se las veían venir tiesas, le pidieron a Zeus que mediara en el tema, a ver qué pasaba. Y este hizo un arreglo con Plutón: Proserpina se quedaría tres meses al año en el Averno y luego regresaría al mundo exterior. Así pues, mientras ella estaba por esos avernos, la tierra permanecía dormida (o sea, en periodo invernal) y cuando volvía, su madre se alegraba tanto que se producía la primavera.
Parece ser que, según los antiguos cultos, Walpurgis no es una noche de vampiros, hombres lobo y terrores varios, sino una celebración que venera a la Diosa (la Tierra, la Madre) y el poder reproductor de la naturaleza. Y el día siguiente es el Dia de la Diosa, también conocido como Beltane, el inicio del mes de mayo, del mes de las flores, cuyo nombre le viene de “Maia”, una diosa de la naturaleza romana.
Me llamó la atención la “receta” que el libro ofrece para atraer el amor, tanto literalmente como relativo a aspectos bellos en nuestra vida, para potenciar la creatividad artística o para aquello que implique belleza y nacimiento. Para ello se necesitan siete flores de distintos colores, tres velas (rosa, roja y verde), hilo verde, incienso y cerillas de madera.
El ritual, en plan abreviado, consiste en fabricar una corona de flores con el hilo y las flores, a ser posible al aire libre y con noche de Luna (ojito con los mordiscos) mientras se recitan una serie de peticiones. Luego la corona debe ser lanzada al mar o a un río, como ofrenda a las fuerzas lunares. El incienso y las velas son para crear el ambiente apropiado y, una vez terminado el ritual, hay que dejar que se consuman.
Si aún no tenías planes para la noche del domingo, ya tenéis uno. Luego no digáis que no os doy ideas.

25 abril 2006

¡QUE COSAS TIENE EL TDT!

Realmente me preocupaba poco lo de instalar el TDT mientras aún se emitía en analógico. Tanto es así que, aunque estas Navidades pasadas nos regalaron un decodificador (¿se dice asín?) no lo hemos instalado hasta esta semana pasada. Y no porque sea algo complicado, porque son dos cables, un enchufe y ¡hala! a configurar canales con la “Búsqueda automática”. Supongo que si hemos tardado cosa de cuatro meses en instalarlo ha sido por desidia y porque tampoco vemos mucho la tele. De todas formas, se nos está terminando ya la cuarta temporada de “Los Soprano” y había que buscar opciones a una parrilla que, muchas veces, deja que desear.
Ayer no había nada que nos gustara particularmente. Yo estaba por sentarme un rato a leer en el sillón, pero me dio por echar un vistazo a ver qué daban en los canales que hasta ahora no veía. Y terminamos sentados en familia viendo un capítulo del “Nan Roig” (“Red Dwarf”, o “El enano rojo”) en la 300. Tengo la sensación de que esta serie se va a convertir en una serie de culto para nosotros. Fue imposible meter al peque en la cama hasta que terminó el capítulo. Por supuesto su frase favorita (siempre se queda con alguna que luego nos repite hasta la saciedad porque se peta de risa) fue (con traducción simultánea, que la serie la dan en catalán):

“L’últim que quedi viu es un merda!” (El último que quede vivo, es un mierda).

Había oído hablar mucho de esta serie pero nunca la había visto. Me consta que la habían dado en TV3 alguna vez. Ahora tengo la sensación de que ha sido un divertido descubrimiento y espero seguir viéndola.
La serie va de una enorme nave minera que explora las lunas de Saturno con una tripulación de 169 miembros. Pero antes de que termine el primer episodio, 168 mueren. Tres millones de años más tarde, el único superviviente humano es Lister. La computadora de abordo, Holly, puede crear un holograma de cualquiera de los miembros muertos de la tripulación y sólo se le ocurre crear a Rimmer, antiguo compañero de habitación de Lister que es el responsable de la muerte de los miembros de la tripulación. El tercero de abordo es un gato, Cat, la mascota que Lister había metido de incógnito y que es el resultado de 3 millones de años de evolución felina (me hacía gracia, porque mi hijo insistía en que era un vampiro). El último tripulante es un androide caracuadrada de servil comportamiento, Kryten.
El capítulo de ayer parecía una divertida parodia de “Alien, el 8º pasajero”. Un ser lleno de dientes y con la capacidad de convertirse en lo que quisiera, en vez de zamparte a filetillos te quitaba sentimiento negativos. Y, claro, todos tenían alguno que se les pudiera quitar: el miedo, la vanidad, etc. Si ya tenían pocas luces entre los cuatro, si les quitaban unas cuantas más, nos quedaba una alocada tripulación que no da pie con bola.
Para colmo, me acabo de enterar que también dan, los domingos (antes del “Nan roig”) y los miércoles una de las series con la que más me he reído: “
L’escurçó negre” (The Black Adder). Desde mi punto de vista, es de lo mejorcito que ha hecho Rowan Atkinson. Mr. Bean era muy divertido pero “Johnny English” ya no consiguió hacerme reír. L’Escurçó (la víbora) era genial.
¡Ah! Y parece que también los trekkies catalanes están de suerte con la 300, porque he visto que en la programación sale "Star Trek" y "Star Trek Voyager".

22 abril 2006

EL DIA DEL LIBRO (Y LA ROSA)

Como siempre he sido una lectora impenitente, el Día del Libro es (era) un día D en mi agenda. Incluso un par de ocasiones he cogido fiesta a fin de poderlo paladear a gusto. A cuenta de las vacaciones de verano, evidentemente :-).
Digo que era un día señalado en mi agenda, porque con tanto escritor mediático y tanto negocio por medio, llega un momento que te agobia pensar que, en realidad, no es un día para los lectores y sus autores favoritos, sino para las editoriales y los distribuidores (y los escritores mediáticos, que hacen su agosto aunque sea abril). Me contaba, hace un par de años, un bien conocido escritor a quien tuve el placer de conocer en persona (y cuyo nombre no quiero desvelar), que en una firma de libros le tocó compartir stand con un escritor mediático muy conocido. Mientras el otro tenía una cola más larga que la del pan, a él le vinieron cuatro gatos, lo que favoreció que incluso pudiera entablar alguna conversación con ellos.
Pero, a pesar de que me dije a mi misma que este año boicoteaba el Día del Libro (aunque ni yo misma me lo creía y, además, ¿a quien le importaba?) ya me he apuntado unas cuantas actividades para el día de mañana. Una de ellas es intentar conseguir un libro firmado para una persona a la que aprecio (y a la que sé que le hará mucha ilusión), otra es acercarme por la Plaza de la Catedral donde, a las 12 h., se reunirá un grupo de bookcrossers a liberar libros. Tengo unos cuantos libros que piden a gritos que haga algo con ellos que no sea criar polvo en las estanterías, así que al primero que pase por mi lado le regalo uno. Que no todo va a ser comprar ¿no?
Pero aquí no acaba todo, porque en la Ciutadella se celebra el Día de la Terra y, después de dejar que nuestros libros cambien de manos, probablemente nos acerquemos por el Parque. He leído en su página web que este año la Feria se dedica a las víctimas de la nuclearización del planeta, especialmente a las del accidente de Chernóbil. El lema de esta Feria es “Las Nucleares mataron el presente. ¿Queremos que maten al futuro?”.

20 abril 2006

TARAREAMELA OTRA VEZ, BABY

Imaginaos la escena: ella, blanca y radiante, él de veintiún botón (y un corchete). Abren el baile de su boda al son de los invitados, que tararean un vals esperando que el autor lleve más de 70 años criando malvas. Igual, con un poco de suerte, uno de los invitados más creativos componga en la servilleta manchada de salsa rosa alguna canción del verano para que los invitados puedan bailar sin que aquello acabe mal por culpa de cánones musicales. Y que nadie se arranque por bulerías.
No voy a discutir si es lícito o no que los señores de la SGAE vayan por ahí poniendo la mano cada vez que alguien interpreta una canción en algún lugar. Más que nada porque necesitaría documentarme más y ahora no me apetece. Pero lo que sí voy a discutir es que sean capaces de colocarles a unos novios un detective en su fiesta para que la grabe como prueba incriminatoria de que han tocado “Paquito el chocolatero” sin pasar antes por caja. Y, encima, seguro que, entre filmación y filmación, se echó algo al coleto. Cualquiera invita a ese individuo a una fiesta… nunca sabrías si te la está metiendo doblada mientras graba como tú y tus amigos cantáis a capela una de Pimpinela.
Yo puedo comprender que los autores de las canciones quieran cobrar sus derechos de autor, pero hay cosas que claman al cielo. Me da la sensación de que llegará un día que tendremos que salir de casa con alguna canción recién compuesta por nosotros mismos por si, en algún momento del día, nos da por tararear o silbar. De momento, parece bastante segura la quinta sinfonía de Beethoven… Cualquiera le dice a Sam que la vuelva a tocar otra vez.

***
Otra “noticia” curiosa es el rumor –dicen- de que el protagonista de Misión Imposible se sirva una placenta con ajito y perejil próximamente. El actor desmintió semejante cosa, aunque esta práctica, la placentofagia, es habitual en algunos lugares de Estados Unidos y Reino Unido, e incluso hay una fiesta en la que se suelen cocinar placentas, la Placenta Party. Pero mejor lo leéis en el blog de Me-rindo. Allí os remito.

02 abril 2006

ADIOS, AMIGO LEM

Me he tenido que enterar, con cinco días de retraso y gracias a una compañera de Bookcrossing, que uno de mis escritores favoritos, Stanislaw Lem, falleció el día 27 de marzo, a los 84 años de edad, en Cracovia.
El escritor, conocido muy especialmente por su novela "Solaris", llevada dos veces al cine con distintos resultados, nació en 1921. Debutó como escritor en 1946 con su novela "El hombre de Marte", novela que fue publicada por entregas, pero se hizo famoso con "Astronautas", publicada en 1951.
"Solaris" es una de mis novelas imprescindibles, y "Los diarios de las estrellas", una de las colecciones de relatos con las que más he reído.
Me encantaba su sentido del humor. Me sigue encantando. Él se ha ido, sus novelas nos lo seguirán recordando.

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Biografia

01 abril 2006

¿EN QUÉ SE PARECE UN CENTOLLO A UN REFRESCO?

Si alguna vez os habíais hecho esta pregunta –tan tonta-, un conocido refresco de burbujas ha convertido en su “mascota” a un monstruo salido de una peli tipo “viaje al centro de la Tierra” de serie B, con lo que ahora podéis preguntaros en qué se parecen sin sentiros incómodos con vosotros mismos (por la absurdidad de la pregunta).
Aparte tonterías y absurdidades varias, cosa que ya es de común denominador en los anuncios de la tele salvo excepciones de agradecer, el caso es que leí en Vaya Tele que el Concello de O Grove se molestó con los del refresco porque catalogaban al animalito de “centollo”, cuando aquello era un “buey de mar”. Cada vez que salía el dichoso anuncio y él me decía:
- ¡Qué gente más pesada! Lo han puesto tres veces en el mismo intermedio.
- Pues eso no es un centollo, a mi me parece un cangrejo gordo (léase enorme). - le respondía yo.
Si a mí, que el marisco no me gusta, me pareció que no era un centollo, a los expertos en la materia les debía parecer tan grave como confundir un jabalí con un tocino.
Ahora los del anuncio han hecho una pequeña modificación, sin rascarse apenas el bolsillo, y han puntualizado que es un buey de mar (yo aún no he visto el anuncio modificado). Y todos tan contentos.
Menos yo, porque el anuncio, por mucho que ahora sea zoológicamente correcto, me sigue pareciendo una soberana memez. Bueno, supongo que tendrá su punto para los fans de las pelis B de monstruos gigantes.
Cuidadín con lo que bebéis este verano en la playa. A ver si, por beber lo que no procede, terminamos viendo aparecer centollos en vez de las fastidiosas pero inevitables medusas.


Por cierto, hablando de centollos y otros familiares, este mediodía, en el capítulo del otro día de Kochikame, Ryotsu conseguía deshacerse de unos cuantos bichos para paella gigantes gracias a su ingenio, una cazuela gigante y varios lanzallamas (desde luego, no reparó en gastos, y no lo digo por el ingenio). Lo mejor de todo es que, antes de conducirlos hasta la cazuela, los rebozó a manguerazo limpio para que luego, una vez en la sartenaza pasaran a ser una buena tempura de marisco.